La salud mental es igual de importante que la salud del cuerpo, no obstante, muchas veces la pasamos por alto. En nuestra sociedad todavía es muy común escuchar que “ir donde el psicólogo es para locos”, pero, la verdad es que todas las personas deberíamos ir a donde este profesional en algún punto de nuestras vidas, como una herramienta de conocimiento propio, desahogo, mantener un proceso de equilibrio entre la mente y el cuerpo.
La pandemia y, por ende, la cuarentena demostraron que la salud mental es real, que nos afecta en todos los aspectos de nuestras vidas. No es un juego, no es solo para aquellos que tienen alguna enfermedad mental. Por eso, es importante cuidarla y no llegar a ese punto en el que no sabemos cómo ser felices y no vemos la salida.
¿Qué es, entonces, la salud mental?
Incluye aspectos como el bienestar emocional, psicológico y social. Lo que se puede evidenciar en el estrés, en la forma en que nos relacionamos con los demás y las decisiones que tomamos en la vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como: "un estado de perfecto bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad"; Un ser humano se encuentra sano cuando, además de sentirse bien física, mental y socialmente, sus estructuras corporales, procesos fisiológicos y comportamiento se mantienen dentro de los límites aceptados como normales para todos los otros seres humanos que comparten con él las mismas características y el mismo medio ambiente”. Como vemos, la salud incluye tanto lo mental como lo físico.
No obstante, es importante resaltar que lo que consideramos como “salud” también es una construcción social, como lo que consideramos qué es normal y qué no. Y aunque la sociedad pudiera jugar ese papel de juez para decirnos que estamos sanos o no, también somos parte de ese proceso, como la percepción que tenemos sobre nosotros mismos.
Para hablar de la mente, debemos tener en cuenta que se divide en dos partes: la mente analítica y la mente reactiva. La primera es la parte racional, es decir, la que observa los datos, los analiza, los recuerda y resuelve problemas. La segunda funciona por estímulo-respuesta, lo que quiere decir no podemos controlarlo, simplemente pasa, como lo serían los pensamientos, la voz de la conciencia y las acciones que realiza nuestro cuerpo.
¿Por qué es importante cuidar de la salud mental?
Porque está presente en todos los aspectos de nuestra vida, desde la manera en que nos percibimos a nosotros mismos, cómo nos comunicamos con los demás, hasta la forma en qué reaccionamos ante lo que sucede en nuestra vida. De esa manera, tener una buena salud mental puede ayudarnos a estar tranquilos con lo que somos, a sanar aquellas heridas que nos ha dejado el pasado, a enfrentar el estrés de la mejor manera, a mantener buenas relaciones interpersonales, a trabajar de forma productivo, y finalmente, ir poco a poco alcanzando las metas que queremos y nos hace felices.
¿Cómo podemos mejorar nuestra salud mental?
Hay diferentes formas para conectar con esa parte en nuestras vidas, pero lo primero, antes de pensar en cualquier acción, es aceptar que la salud mental existe y que se puede buscar ayuda cuando sentimos que algo no va bien. Investiguemos y conozcamos los problemas mentales que nos acechan a todos, no solo al “depresivo” o al “ansioso”.
Podemos mantener una actitud positiva. Sabemos que no es tan fácil como suena, como cuando estamos tristes y alguien nos dice que ya no lo estemos. Pero, siempre podemos tenerlo presente: mirar el lado positivo de las situaciones más difíciles. No con eso queremos decir que no podemos estar enojados o afligidos, pues son sentimientos necesarios para expresar lo que sentimos. Sin embargo, podemos encontrar el equilibrio entre las emociones positivas y negativas.
De igual forma, descansar de la información negativa puede ayudarle a nuestra salud mental. Por ejemplo, con la pandemia, las noticias crecieron exponencialmente en el internet, redes sociales, televisión y demás, agobiándonos aun más con esta situación mundial. Es bueno saber cuándo dejar de verlas y respirar un poco.
El agradecimiento siempre es una buena manera de ver las cosas positivas que hay en nuestra vida, como el trabajo, los amigos y la familia que poseemos, incluso puede ser algo pequeño, con el saludo del conductor del bus o una deliciosa comida durante el día. De esta manera, nos daremos cuenta que a pesar de todas esas emociones negativas, hay cosas por las cuales sonreír.
La salud física y mental
De hecho, estar pendiente de la salud física también ayuda a la salud mental, pues están conectadas. Algunas maneras para mejorar en estos dos aspectos son:
· Estar activo: el ejercicio ayuda a reducir la sensación de estrés y mejora el estado de ánimo durante el día. Se pueden realizar ejercicios aeróbicos para mejorar el humor, ya que produce endorfinas que nos hacen sentir más tranquilos. Además, cumplir con 30 minutos diarios de actividad física ayudarán a mantener nuestra salud al largo plazo.
· Dormir lo suficiente, ya que no hacerlo puede causar irritabilidad, enojo y, a largo plazo, una posible depresión. Incluso, el realizar actividades físicas durante el día permiten conciliar el sueño, en mayor medida, durante la noche.
· Alimentarse saludablemente: ayuda a sentirse mejor físicamente, mejorar el estado de ánimo, disminuir la ansiedad y el estrés. Una dieta balanceada puede darle al cuerpo todos los nutrientes necesarios para sentirse bien, por ejemplo, la suficiente fibra y líquidos pueden ayudar a estabilizar nuestro humor. Por el contrario, si comemos muchos alimentos procesados y azucarados, podemos sentirnos más cansados e irritables; la cafeína puede hacernos dificultar el sueño; el alcohol puede generarnos problemas de salud mental y física
· Mantener los vínculos sociales, ya que somos seres sociales por naturaleza. Esto nos otorgará una red de apoyo cuando lo necesitemos.
· El altruismo: el ayudar a los demás puede dar ese sentimiento de satisfacción y deseos de seguir ayudando
· Tener un propósito en la vida. Algo que nos motive a seguir adelante, ponernos objetivos, explorar nuevas habilidades o cosas que nos hacen felices.
· Meditación y técnicas de relajación, las cuales ayudan a conectar el cuerpo y la mente en una sola actividad, y terminan por relajarnos. Algunas técnicas son: la relajación progresiva, imágenes guiadas, biorretroalimentación (utilizas dispositivos electrónicos para ayudar a controlar algunas funciones del cuerpo, como la respiración), autohipnosis, ejercicios de respiración profunda, entre otras.
· La espiritualidad. Creer en algo permite mantener la esperanza y le confiere un sentido a la vida. De igual forma, la oración trasmite serenidad y paz mental.
Salud mental en la pandemia
El haber estado encerrados durante tanto tiempo, infoxicados con tanta información, preocupados por nuestra salud y la de nuestros familiares, pudo habernos nuestra salud mental, por lo que es importante estar conectados con aquellas personas que nos escuchan, a las que podemos contarles cómo nos sentimos.
Para mantenernos más tranquilos podemos poner en práctica las técnicas de respiración profunda, meditación e, incluso, ejercicio en casa. También podemos hacer cosas que nos entretenga, que siempre quisimos hacer, como cursos de música, idiomas, leer un libro que siempre nos llamo la atención, entre otras.
Para finalizar, es importante mencionar que, si bien podemos hacer todo lo anteriormente mencionado, hay que saber cuándo necesitamos ayuda de un profesional. La terapia también es una alternativa para realizar un proceso con nosotros mismos.
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