Al igual que todas las personas, los niños con TEA (trastorno del espectro autista) querrán en algún punto de su vida independizarse y poder valerse por sí mismos. Por esta razón, es necesario que los tratamientos y los modelos de intervención apunten a la mejora de calidad de vida, el desarrollo de habilidades sociales y prevención del deterioro mental, siempre teniendo en cuenta las especificidades de cada niño, como sus habilidades y falencias individuales.
Pero, ¿por qué este proceso de independencia es más difícil en niños con autismo? Hay varios factores, entre ellos, que se distraen con facilidad, no recuerdan cuál es el orden correcto en que se debe realizar una acción, no comprenden que una misma tarea se puede llevar a cabo de diferentes contextos, no se sienten motivados a hacer las cosas y esperan a que alguien más se los ordene. También este proceso es complicado por las dificultades que poseen a la hora de comunicarse y relacionarse con los otros.
Los primeros pasos de independencia que se buscan son los mismos que los de cualquier persona: arreglarse por sí mismo, bañarse solo y hacerlo bien, ir al baño cuando sea necesario, aprender a vestirse, alimentarse, desenvolverse en la esfera de la sexualidad.
Para fomentar el desarrollo de habilidades autónomas, se pueden implementar varias técnicas que ayuden al niño en su proceso. En primera instancia, es importante encontrar alternativas de comunicación que no necesariamente tengan que ver con el habla, por lo cual se puede recurrir a sistemas no verbales, con ayudas de símbolos y gestos. A continuación, mencionaremos algunos métodos que propician el progreso de la independencia:
Sistema de comunicación por intercambio de imágenes (PECS): promueve la comunicación en los niños autistas a través del uso de imágenes, símbolos, fotografías y representaciones. Funciona como un trabajo de estímulo-respuesta, en el que el terapeuta constantemente le pide al niño que le muestre los objetos que coinciden con las preguntas o las situaciones presentadas. De esta manera, se le enseña a comunicarse con el otro.
Análisis de actividades: consiste en analizar qué tanto una actividad puede ayudarle al niño en su proceso, así como también cuáles son las habilidades necesarias que debe poseer para realizarlas adecuadamente y a cabalidad. Así pues, este proceso es para que el terapeuta pueda comprender mejor la situación individual del caso, para eso se puede valer del esquema de García Margallo en el que se deben resolver unas preguntas desde el qué, quién, cuándo, dónde, cómo y por qué de la actividad a desarrollar con la persona con TEA.
Apoyos visuales: se puede apoyar en los siguientes puntos:
· Herramientas para dar información, como horarios y calendarios que ayuden a visualizar qué va a pasar durante el día.
· Instrucciones efectivas, para organizar tareas específicas y acoplarse mejor al entorno escolar.
· Organizar el ambiente, de manera que pueda haber una relación con el contexto y lo que sucede en su vida.
· Estructuración física, la cual ayuda a comprender mejor el entorno y las relaciones interpersonales, reduciendo así la ansiedad.
· Entre otros.
Tratamiento y Educación de Niños con Autismo y Problemas Asociados de Comunicación (Teacch): este método se puede aplicar en cualquier momento de la vida y para los distintos niveles de funcionalidad. Se enfoca en fortalecer el desarrollo de actividades en diferentes áreas, a través de la estimulación y las habilidades que ya posee la persona con TEA. Al igual que con el PECS, se utilizan formas de comunicación no verbales, como signos, gestos, gráficos, entre otros. Además, enseña a los niños los colores, números, a dibujar y escribir, antes de que ingresen al colegio. De esta manera, el Teacch, sirve como una preparación para el futuro, para que las relaciones sean asertivas en la familia, la escuela y en el trabajo, y así mismo, se puedan desenvolver en diferentes contextos.
Historias sociales: pequeñas historias simples que le ayudan al niño a comprender ciertas acciones, situaciones sociales y contextos. Por ejemplo: cuáles son los pasos a seguir si va al baño, cómo debe lavarse las manos y por qué.
Sistemas de trabajo: sirve para decirle al niño cuáles pasos debe seguir para realizar una tarea. Algunas instrucciones podrían ser:
1. Decirle cuál es el objetivo de la acción y qué pasos tiene.
2. Decirle cuántos pasos tiene que seguir para cumplir la tarea y representar esto de una manera visual.
3. Explicarle cómo saber cuando ha terminado la actividad.
4. Una vez acabado, mostrarle cuáles son las tareas próximas. Puede ser a través de dibujos e imágenes.
5. Si el niño tiene un nivel alto de funcionalidad, se le puede entregar la lista de tareas escritas, para que él mismo pueda tachar las que vaya realizando.
Para la implementación de este método, es necesario tener en cuenta que solo se le deben entregar los materiales necesarios para realizar la tarea (no más), representar estas actividades en diferentes contextos para que comprenda que lo puede realizar en distintos lugares y se pueden incorporar los gustos propios del niño.
Aunque el proceso sea distinto, un niño con TEA sí se puede convertir en un adulto autónomo e independiente, que puede realizar sus propias acciones y tareas. Esto solo se puede lograr con el apoyo adecuado y un tratamiento diseñado específicamente para él y sus condiciones. Con la ayuda de una red de apoyo (la familia y amigos) y la implementación de diferentes métodos, el niño con autismo puede aprender a relacionarse, poco a poco, con los demás y con su entorno.
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